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"Recibí una colección de estampillas y no sé que hacer con ella"

Posiblemente esta sea la pregunta más frecuente que recibo por email en este sitio. La respuesta no es sencilla, depende de la colección y las expectativas que tenga cada uno.

1 - Vender la colección.
Es la primera idea que viene a la mente. Por alguna noticia sobre ventas millonarias, o por historias de ficción, se cree que todas las estampillas son valiosas. Esto no es así, el 99% de las estampillas valen apenas unos centavos, y esto sólo si están en perfecto estado.
Aunque sean muy antiguas, ello no implica gran valor. Las estampillas que eran baratas hace 100 años siguen siéndolo hoy en día. Una colección heredada de una persona mayor no tendrá un gran valor económico, a menos que esta persona haya invertido una buena suma en dicha colección.
Partiendo desde esta base realista, para saber el precio de una colección es necesario saber qué contiene: Qué estampillas hay, qué valor tienen en el mercado, en qué estado están. Con un poco de dedicación e investigación, se puede saber con más certeza qué es lo que está en nuestras manos.
La forma más rápida de vender la colección es llevarla a una casa de filatelia y preguntar cuanto nos dan por ella. Naturalmente, nos van a ofrecer un valor por debajo del valor de mercado: el comerciante deberá vender luego esta colección y vivir de ello.
Otra posibilidad es venderla a remate en Internet, con un valor base mínimo y que se venda al precio que sea. En cualquiera de los dos casos, si uno sabe qué es lo que está ofreciendo (qué estampillas hay, cuáles valen más, etc.) le podrá sacar mejor provecho.

2 - Regalar la colección.
El primer desencanto ocurre cuando la colección que uno esperaba vender por cientos o miles de pesos, no tuvo interesados en Internet; o un comerciante nos ofreció apenas 20 pesos por ella.
Llegado este punto, quizás sea mejor averiguar entre todos nuestros amigos o contactos; seguramente alguno estará interesado o conocerá a alguien que lo esté. Si la colección tiene un valor afectivo para nosotros, es más gratificante saber que está en manos de otro coleccionista que la continúa.
Si no aparece ningún interesado, se la puede llevar a alguna asociación filatélica cercana, allí la sabrán aprovechar y le darán un buen uso.

3 - Continuar la colección.
Posiblemente, al ver la colección, estudiarla e informarnos sobre ella, nos den ganas de continuarla y expandirla. No hay mucho para agregar en este punto, felicitaciones por la idea y adelante.

4 - Conservar la colección.
Si uno no está seguro de qué quiere hacer, quizás lo mejor sea conservarla hasta decidirse. En ese caso se deben tener en cuenta los factores externos que la pueden dañar:
- La humedad: Es el principal enemigo de cualquier papel almacenado. Si las estampillas conservan la goma original (sin usar) mucho más. La colección se debe mantener en un lugar aireado y seco. Es buena idea colocar silica gel junto a la colección para mantenerla seca. Además, si la colección está guardada en cajas, armarios o algún otro lugar cerrado, se la debe sacar y hojear periódicamente para airearla.
- El sol: las estampillas no deben guardarse donde les llegue luz solar directa, o perderán el color al cabo de muy poco tiempo.
- Los insectos: O cualquier otro animal que se alimente de papel, es un enemigo mortal de la colección. El lugar se debe mantener limpio y fumigado.

Publicado originalmente en http://albumdeestampillas.blogspot.com/2009/11/herede-una-coleccion-de-estampillas-y.html